lunes, 22 de octubre de 2007

Y qué?


Conversaba hoy con un querido amigo animadamente hasta que me lanzó como un dardo la bendita pregunta:"¿no lo viste en ... canal?".
No, no lo ví, no ví el video de mi amigo, no ví la publicidad del shoclo que se fue al shansho, el programa donde alguien famosill@ le dijo barbaridades a otro igual de famosill@, ni tampoco el programa con la coreografía del momento ni tantos otros con los que a diario mi entorno se dedica enrostrarme la herejía de no pasar cierta cantidad de horas diarias frente a la cajita idiota; si mi existencia ya esta desconectada gracias a mi naturaleza volátil no necesito que me lo recuerden, además cada vez que veo televisión abierta me preguntó ¿para qué?, pues la verdad es que la televisión en mi querido terruño deja mucho que desear (con poquisímas excepciones) ¿vale entonces la pena el gastar mi tiempo, absolutamente escaso, en enchufarme a aquel aparato, poner mis sentidos a su disposición y mis neuronas en reposo? Creo que no, además fuentes de información no me faltan y si logré sobrevivir a una relación con un especímen que se enchufaba lo mismo por trabajo que por hobbie (aunque debo reconocer que secuelas quedaron pues cuando llego a ver tv no dejo de analizar los movimiento que hace cada cámara), creo podré sobrevivir a los plasmas, lcd's, tv digital, televisores en 3d y cuanta cosa se siga inventando en pro de los avances tecnológicos.
No deja de sorpenderme el fuerte poder de atracción que ejerce en las personas, ya que una vez que las prendes es como un imán que no te suelta hasta exprimir el último aliento de tu cerebro. Se ha sabido de casos en los cuales las madres dejan de alimentar y cuidar a sus hijos por ver televisión, o incluso maridos que no cumplen con sus deberes por estar conectados al vil aparato (tb puede deberse a la poca motivación que les provoca ver las chicas de la tv v/s la señora que tienen al lado; aunque claro está el caso tb se presenta igual para el genero femenino).
Está cientificamente comprobado que es absolutamente nocivo este aparato. Demás esta decir el efecto que provoca en los niños, un profundo estado de hipnosis, en el cual absolutamente cualquier cosa que suceda fuera del radio de conexión simplemente no existe... ni madres ni padres abnegados, ni amigos, ni helados, ni nada en lo absoluto; conozco el caso de una niña que en su peor momento de adicción invitaba a su amiga (que la venía a buscar) a ver TV, totalmente penoso.
No dejará de existir, es más cada vez avanzan más, pero sí creo que habrá cada vez más personas que la dejen de lado por opción propia y aunque debo reconocer que no es mi caso, pues no tengo minutos en el día (ni la noche) para sentarme frente a ella y abandonarme a su embrujo esto no ha representado nada terrible en mi existencia, todo lo contrario.
Mientras tanto seguiré sin ver televisión regularmente o "normalmente" hasta las vacaciones...

2 comentarios:

Lilian Flores Guerra dijo...

La TV es lo peor que se ha inventado en el último tiempo. Sólo sirve para ver pelis y uno que otro chico guapo que se contornea... aunque no me interesa, tampoco.

Uy, que estoy poco frívola... tendré que ver un poco al che copete para bajar de mis alturas espirituales y vivir en este mundo y no en el mío propio paralelo?

Pazchina dijo...

Ya loca me estas asustando, creo que tendras q replantearte algunas desciciones tomadas en la ultimas semanas jajaja. besos.