jueves, 13 de diciembre de 2007

Canción.

En medio de la nada me vi,
y vi brillar tus ojos
con las hojas del bosque y el sol en su interior.
Te encontré en un camino sin principio ni final.
Nada que decir, sólo el tiempo dirá
y las aves cantarán su canción con los trinos de esta historia.

Nada que ofrendar,
nada que exigir.
Un corazón palpita eternamente libre en su trono.
Lo tomas o dejas sin mirar hacia atrás.
Antiguos ritos comienzan en silencio...

He vuelto


He vuelto.
Escondida como estuve,
agazapada en la oscuridad.
Mil y una razones para despertar.
El universo se abrío a mis pies
y sólo quedo el abandono.
El abandonarme a esta sensación,
a la embriaguez de la existencia.
Me emborrache de tu luz
y las luciérnagas guiaron mis pasos.