En medio de la nada me vi,
y vi brillar tus ojos
con las hojas del bosque y el sol en su interior.
Te encontré en un camino sin principio ni final.
Nada que decir, sólo el tiempo dirá
y las aves cantarán su canción con los trinos de esta historia.
Nada que ofrendar,
nada que exigir.
Un corazón palpita eternamente libre en su trono.
Lo tomas o dejas sin mirar hacia atrás.
Antiguos ritos comienzan en silencio...
jueves, 13 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Bellísimo.
Se nota que andas inspirada...
ay, quién como túuu???
Se nota como han pasado los días, ahora yo debo decir lo mismo querida...jeje
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