
Te acuno infinitamente con mi abrazo firme y amoroso aunque a veces no sientas mi presencia cerca tuyo.
Siempre serás la princesa de mi reino, la luz en mi camino.
A veces llego y te veo, con un montón de días entre nuestros días, que sigues creciendo bella y hermosa, a pesar de que hay noches que no te hago dormir, de conversaciones y de juegos pendientes. La película que no acanzamos a ver, el cuento sin leer y me pregunto, si sientes este corazón que late permanentemente con tu luz. Si escuchas mis oraciones para ti mientras duermes, los besos al dormir y las bendiciones sobre tu alma.
Me gusta creer que a través de tus ojos cerrados llegan hacia tí.
1 comentario:
Llegan derechito hacia esa alma chiquita y grande.
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