domingo, 10 de junio de 2007




Este frío invernal que me congela, congela mis ideas y algunas otras cosas dentro de mí.
Ha congelado mi capacidad de sentir alguna zona de mi alma, que clama por ser escuchada, más no vale la pena dejarla salir.
He recorrido muchas veces este camino en el cual ya soy casi una guía.
He recorrido mucha veces más este sentir que me despierta en las noches más oscuras.
Desde mis adoloridos rincones, agazapada en una careta que me mantiene anestesiada, ví.
Y ví demasiadas cosas que me dejaron sin fuerza antes de comenzar.
Ví que aunque volviera una y otra vez a este lugar siempre va a ser la primera vez, con la angustia un poco más distante en cada ocasión.
Pero el camino será igual.
No sé si para otro será igual, si existe el alma liberada de sus cadenas.
No sé quien es más libre si el que vive sin ver o yo con mi visión y mi eterno temor de lo visto.
Espero no volver a nombrar lo prohibido con mi pensamiento, mi boca estará sellada.
Imagenes fantasmales desaparecen en mi interior.
Mientras afuera la carne se mantiene, y clama por su espacio, causando dolor.
Intentaré caminar sin escuchar por un momento los gritos de los que me rodearon.

1 comentario:

Lilian Flores Guerra dijo...

Galla, y yo molestándote con mis pelotudeces...

Me gustó esa frase que dice "vi que aunque volviera una y varias veces a este mismo lugar, siempre sería la primera vez", o algo similar (no quiero hacer copy paste).

Aunque algo por ahí me dice aún falta que algo en tu interior explote y suelte con más fuerza lo que estas líneas esbozan. Como si aún tuvieras un poco de miedo en mostrar lo que realmente pasa por tu mente y rebalsa tu corazón.

Siento como si estuvieras contenida, escogiendo las palabras con cuidado, para evitar una catástrofe.

Lo único que hoy puedo decirte es:

explota! y libera lo que te carcome por dentro!

Le duela a quien le duela...