miércoles, 22 de agosto de 2007

Cuento corto n°4


A pesar de los recuerdos que intentaban atraparme y dejarme aferrada a algún eslabón de alguna cadena perdida, el viaje continuaba y ya nada lo detendría. Cuando la luz del sol iluminó todo el paisaje pude ver que había pasado con el resto de los cuerpos que caían junto a mí; todos habían desaparecido. Abajo se veía personas circular con el ritmo habitual de la ciudad, los edificios alrededor iluminados. El asfalto estaba cada vez más cerca, más cerca y más…
Seguí caminando hasta que de pronto un automóvil tocó la bocina y logró sobresaltarme.
De todas maneras, el aire olía distinto...

1 comentario:

Lilian Flores Guerra dijo...

Buena foto...
Cada vez me dejan más plop sus cuentos cortos...