domingo, 15 de julio de 2007

En aquellas horas


En aquellas horas muertas creí ver tu silueta a lo lejos.
En aquellas horas muertas ví cosas maravillosas.
En aquellas horas muertas pude ver la luz del sol a traves del follaje.
Y más allá...
Pude ver el destino llamando a mi alma en flor.
El torbellino del existir.
El torbellino del sentir.
El rocío de la mañana recorriendo mi piel.
El sol de mediodía abrazando mi cuerpo desnudo.
Y al atardecer, la eterna promesa del crepúsculo.
Dormiré sobre el manto de luz que me regalan las estrellas.

1 comentario:

Lilian Flores Guerra dijo...

Amiga, qué cosa más bella!!! Nada, encantador, me conmovió, leerlo fue como sentir el roce de suaves pétalos en mi cara.