Todavía no consigo salir de mí misma. ¿Cómo se hace?
Tampoco arrancar me ha funcionado.

Quizás a través.

Cuento corto... n°1

Me siento en la cornisa, a punto de saltar al vacío. Allá abajo no se ve nada, está demasiado alto o quizás como no veo bien sea niebla. Intentaré caer de pie con el sombrero puesto, está no será la última por lo que siempre es bueno una experiencia anterior. Me pongo de pie sacudiendo mi vestido, a pesar del frío no quise traer abrigo.
Miro alrededor y enfrente se divisa una silueta cayendo silenciosamente. Los impertinentes rayos del sol no tardarán en aparecer, aunque con prisa el efecto no es el mismo.
Camino dos pasos a la derecha, mmm no es la mejor ubicación, retrocedo.
Finalmente no deseo esperar más, en un abrir y cerrar de ojos estará hecho. Pienso en como será despúes de caer pero un lamento a mi izquierda bruscamente me distrae y no puedo evitar pensar por unos momentos en la historia de la chica que se acaba de lanzar. ¿Será parecida a la mía? ¿Por donde habrá llegado?¿Hace cuanto tiempo estaba allí?

Simplemente no estás

Como duele mirar hacia atrás en momentos en que tu silueta se sigue desfigurando y tu recuerdo se va desvaneciendo con el viento.
Y aquí estoy yo parada frente a un fantasma, intentando exorcisar el demonio que posee mi corazón en estos días. Miro un futuro que se amolda a una existencia sin tí, a un momento detenido, y sigo mi camino como siempre lo he hecho sin importar si ya no estás, pues sólo te quedaste en otro lugar.
Es verdad simplemente no estás, tienes la virtud de desaparecer en un abrir y cerrar de ojos; sin que me dé cuenta te vas quedando muy atrás hasta que ya no te pueda mirar.
Ya no puedo arrancar mi corazón y ofrendarlo por tí, pues una vez más lo has hecho polvo.
Sé que jamás leerás estas palabras, así como también sé que todo esto luego ya no va a importar.
Ya luego todo lo que has perdido no va a importar, esta vez no volveré a mirar hacia atrás.

Donde quiera que estes...

Amiga mía:
Me parece increíble estar escribiendo esto para tí, sé que ya de nada sirven las palabras, pero creo que aún captas lo que siento, aceptas mis disculpas y agradeces mis oraciones. Te quiero mucho, aún estás en mi recuerdo y no sólo el mío si no el de todos quienes eramos los invencibles y dueños del mundo, aquella época maravillosa que nos unio para siempre. Si la vida nos distanció o nos hizo olvidar lo que era importante para el otro, ya de nada sirve culparla. Mi corazón se encuentra triste y sé que eso tampoco servirá ahora ni para nunca más.
En mi mente siempre estará tu cara alegre de esos años, la energía que te llenaba al pisar ese espacio que compartimos y que te hacía olvidar que a veces la vida podía ser ingrata y olvidarse que recién empezabamos a caminarla.
Te olvidaste, te olvidaste de que siempre igual estabamos ahí. Y me olvide de que debería habertelo dicho, aunque pensará que lo sabías. Que estupidez humana de olvidar siempre que la vida no es eterna y que las cosas son aquí y ahora.

Reload n°1

Hay que mirar hacia adelante, comenzar un nuevo día y levantar el corazón. Este será el espacio donde descargar mi interior, no me interesa hacer una declaración de principios, sólo un recorrido por esta existencia a veces arisca y siempre maravillosa.